Autora: Ana Muñoz
Los trastornos del aprendizaje se pueden prevenir y tratar en la mayoría de los niños, sobre todo cuando se detectan pronto. No obstante, también puede tratarse en niños mayores cuando se utiliza un tratamiento intensivo. Por tanto, es importante detectar estos trastornos e intervenir adecuadamente.
Los trastornos del aprendizaje consisten en déficits en uno o varios de los siguientes dominios: lectura, escritura y matemáticas, que hacen que el rendimiento sea inferior al esperado en función de la edad y capacidad intelectual del niño. Es decir, se trata de niños con una inteligencia normal y capacidades normales en otros dominios de aprendizaje y cuyos déficits se encuentran únicamente en sus habilidades para la lectura, la escritura y/o las matemáticas.
No se considera que un niño tenga un trastorno de aprendizaje cuando sus problemas para aprender se deben a: 1) un problema visual, auditivo o físico, 2) retraso mental, 3) trastorno emocional, 4) desventajas culturales, económicas o ambientales.
Si no se tratan, los trastornos del aprendizaje pueden perdurar hasta la edad adulta y producir fracaso escolar.
Se considera que su causa es principalmente interna, debido a alteraciones del sistema nervioso central, aunque el ambiente ejerce también una influencia en su aparición y desarrollo.
Los trastornos de lectura, escritura y matemáticas son diferentes y necesitan intervenciones diferentes. Aunque muchos niños presentan más de un trastorno de aprendizaje, otros pueden tener solamente uno. Con frecuencia los niños con estos trastornos tienen también un trastorno de déficit de atención con hiperactividad, aunque no siempre.
Los trastornos de aprendizaje pueden tener consecuencias emocionales para los niños. El fracaso escolar o el hecho de ser etiquetado de torpe por los demás, puede generar en ellos sentimientos de frustración, ansiedad, depresión, baja autoestima y aislamiento social.
Trastorno de matemáticas
También llamado trastorno de cálculo. Se produce cuando la capacidad para aprender matemáticas se sitúa por debajo de la esperada en función de la edad, escolaridad y capacidad intelectual.
Existen dos subgrupos:
1) Niños con problemas para aprender, representar y recuperar operaciones matemáticas de su memoria. Estos niños suelen tener problemas tanto con las matemáticas como con la lectura.
2) niños con problemas para contar. Estos niños usan estrategias inmaduras que aplican incorrectamente para hacer los cálculos matemáticos. No tienen problemas de lectura.
Trastornos de la lectura
1. Dislexia
También llamada trastorno del reconocimiento de las palabras. Los niños con este trastorno tienen problemas para leer debido a que no reconocen bien las palabras aisladas. Es el más frecuente de los trastornos de aprendizaje. Cuando a un niño le cuesta tanto trabajo reconocer una palabra, no es raro que tenga también problemas para comprender lo que lee.
Algunos autores consideran que existen varios subtipos de dislexia debido a que, aunque los niños con dislexia pueden parecer muy similares en cuanto a sus déficits de lectura, pueden diferir mucho en el desarrollo de otras habilidades relacionadas con la capacidad lectora.
En la causa de la dislexia intervienen factores neurobiológicos y ambientales. La dislexia puede prevenirse si se detecta a tiempo y se hace una intervención psicológica apropiada.
2. Trastorno de la comprensión lectora
Los niños con este trastorno tienen problemas para comprender lo que leen. Esto puede suceder aún en ausencia de problemas para reconocer las palabras. La inteligencia no verbal de estos niños es normal, pero su inteligencia verbal suele ser más baja. Suelen tener también problemas para entender el lenguaje hablado.
3. Trastorno de la fluidez lectora
La fluidez lectora hace referencia a la rapidez con la que una persona puede leer y se evalúa mediante la cantidad de tiempo que necesita para leer palabras aisladas, listas de palabras, textos cortos o textos largos.
Trastornos de expresión escrita
En este trastorno, el rendimiento en lectura se sitúa por debajo de lo esperado en función de la edad, escolaridad y capacidad intelectual. Estos niños tienen problemas con al menos un componente de lenguaje escrito, como la escritura a mano, el deletreo de palabras o la producción del discurso escrito. La mayoría de estos niños suelen tener también problemas de lectura, pero no todos.
Cuando se les compara con niños sin problemas de escritura, los niños con este trastorno producen textos escritos más cortos y menos interesantes, tienen menos probabilidades de revisar el texto para corregir errores o para aumentar la claridad del texto y producen frases y párrafos menos organizados.
La escritura es un proceso complejo de naturaleza multidimensional. Para poder expresar los pensamientos de forma escrita, es necesario generar ideas, expresar los aspectos relevantes en un orden apropiado, asegurarse de que la escritura es correcta a nivel gramatical y sintáctico y plasmar las palabras, frases y párrafos de una manera legible. Por este motivo se considera que la causa de los trastornos de escritura es múltiple, interviniendo factores biológicos, genéticos, psicosociales y ambientales.
Bibliografía: Child Psychopathology. Eric J. Mash, Russell A. Barkley. The gilford Press.