Autora: Ana Muñoz

¿Qué es el resentimiento?

El resentimiento consiste en sentir hostilidad contra una persona o un grupo que consideras que te ha tratado mal o te ha impedido lograr ciertas cosas, junto con una incapacidad para perdonar y olvidar. Es la base de la desconfianza y sospecha que sientes al tratar con personas o acontecimientos que te produjeron dolor en el pasado y es también el resultado de pensar que fuiste una víctima de un trato injusto sin la resolución del problema. Da lugar a sentimientos de ira y agitación emocional cada vez que recuerdas lo sucedido o a las personas implicadas

A menudo, el resentimiento va acompañado de un sufrimiento prolongado y en silencio cuando la expresión abierta de dolor no se considera apropiada y puede dar lugar a depresión.

¿Cómo se manifiesta el resentimiento?

Cuando una persona siente resentimiento hacia una persona o un grupo:

  • Pone mala cara silenciosamente en su presencia o ante la mención de su nombre.
  • Se siente mal cuando algo le recuerda las interacciones desagradables que ha tenido con ellos.
  • Habla de una manera burlona o degradante de ellos.
  • Tienen pesadillas o pensamientos desagradables sobre ellos.
  • Se siente furiosa sin razón aparente.
  • Evita mencionar o discutir cualquier tema que esté relacionado con su último enfado o malestar acerca de esas personas.

¿Cómo se desarrolla el resentimiento?

El resentimiento puede ser el resultado de:

  • Aceptar pasivamente un trato negativo de otras personas, sin expresar nunca sentimientos negativos a pesar de tener la sensación o creencia de que se están aprovechado de ti.
  • Intentar que otros conozcan tu punto de vista y que no hagan caso o nieguen la verdad o la sabiduría de lo que estás diciendo.
  • Ver que otros que no han trabajado tan duro como tú tienen éxito y pensar que no merecen el éxito que han tenido, que deberías tenerlo tú.
  • No obtener reconocimiento por un buen trabajo o capacidad mientras que sí reconocen el trabajo de otros.
  • Trabajar duro y que otras personas te impidan tener éxito o alcanzar tu meta.
    Que alguien a quien has intentado complacer te rechace.
  • Verse humillado o avergonzado por una persona cuya meta era rebajarte.
  • Ser constantemente rechazado, desaprobado, no aceptado y abandonado por otros.
  • Ser objeto de discriminación o prejuicios.

¿Qué pensamientos irracionales se encuentran en la base del resentimiento?

Los pensamientos irracionales son pensamientos no constructivos que dan lugar a emociones negativas muy intensas y desagradables. El resentimiento suele ir acompañado de ese tipo de pensamientos que lo generan, intensifican y mantienen a lo largo del tiempo sin lograr resolverlo satisfactoriamente y seguir adelante con nuestras vidas.

  • No importa lo que haga; nunca es lo bastante bueno, así que para qué intentarlo.
  • La gente va a por mí, así que los rechazaré antes de que me rechacen a mí.
  • No tiene sentido resolver temas pendientes con personas de mi pasado que me trataron mal.
  • El trabajo duro, una vida correcta y tratar a la gente con justicia es una pérdida de tiempo; no recibes nada a cambio.
  • No hay manera de que pueda perdonar u olvidar.
  • No lograré nada de lo que intente. Siempre he perdido hasta ahora.
  • Estoy destinado a ser un perdedor o un fracaso.
  • Mi vida al menos debería ser justa.
  • Es mejor poner buena cara y aguantar; nunca conseguiré nada con un acercamiento abierto y honesto.
  • Nunca me han dado un respiro en el pasado; ¿por qué debo ahora esperar algo diferente?
  • Lo que determina tu éxito es quien conoces y no quién tú eres.
  • ¿Por qué esa gente con poco talento, que trabaja menos, y lucha poco, siempre parece salir adelante mientras que yo sigo estancada?
  • Son todos iguales; ¿por qué intentar ganar su amistad o caerles bien?

¿Cómo puedes superar el resentimiento?

Las técnicas que puedes utilizar para librarte del resentimiento son las siguientes:

  • Admite que existe resentimiento sin resolver detrás de tu actitud hostil, cínica y sarcástica; y decidir librarte de él.
  • Escribe una carta en la cual detalles todas las razones de tu resentimiento pero sin enviarla.
  • Identifica los desencadenantes del resentimiento (recuerdos, situaciones, pensamientos) y trabaja para disminuir su impacto.
  • No te quedes rumiando tus pensamientos de rencor. Concéntrate en una tarea diferente y absorbente.
  • Trata de ver las cosas desde diferentes puntos de vista. Por ejemplo, puedes intentar adoptar los puntos de vista de todas las personas implicadas. Así tendrás una visión más amplia y realista.
  • Puedes tratar de perdonar, aunque no tiene sentido que te esfuerces en perdonar si no lo deseas. Empieza por esforzarte por aceptar que la vida es muchas veces injusta con todos y tú no vas a ser una excepción.
  • Considera toda tu vida y todo lo que te sucede, bueno o malo, como una serie de misiones o trabajos a realizar. Unos serán agradables y otros serán desagradables y dolorosos, pero de todos podrás aprender algo que te ayude a crecer.
  • Trata de mejorar tu autoestima y sensación de valor personal. En vez de centrarte en el comportamiento de la otra persona y el mal que te hizo o en lo que debería hacer ahora para remediarlo, trata de centrarte en ti y en lo que puedes hacer tú por mejorar tu vida de cara al futuro.
  • Pide ayuda a amistades o familiares. Comparte con ellos tus sentimientos y pídeles que te den un toque cuando te deslices hacia el resentimiento.
  • Cambia los pensamientos sobre lo injusta que es la vida o la mala suerte que tienes por pensamientos de cambio, esperanza y un futuro mejor.
  • Cultiva el optimismo. Que las cosas te hayan ido mal hasta ahora no quiere decir que te vayan a ir mal siempre.
  • Utiliza autoafirmaciones y visualizaciones. Ten preparadas determinadas frases o imágenes mentales para los momentos en que aparezca tu resentimiento y repítete esas frases. Por ejemplo: "Me da igual por qué lo hizo, tengo cosas más importantes en qué pensar y gastar mi energía, así que no voy a estancarme con esto". Después, recurre a alguna actividad que te ayude a sacar el tema de tu mente.
  • Plantéate la posibilidad de hablar con la persona implicada y decirle cómo te sientes.
  • Recupera actividades o proyectos que dejaste inacabados o que nunca llegaste a emprender aunque lo deseaste.

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