Autora: Ana Muñoz
Las siguientes indicaciones pueden servirte de ayuda para planear una semana que haga que te sientas bien por dentro y por fuera y que te sirva para manejar el estrés del día a día. Además, si estás en tratamiento para algún problema de tipo psicológico, estas directrices pueden ayudarte a manejar tu problema o trastorno y apoyar tu tratamiento y recuperación. Puedes utilizarlas como guía para elaborar tu propio plan semanal.
1. Elabora un plan
Puedes hacerlo los lunes, por ejemplo. Decide qué tareas necesitas terminar durante la semana y elabora un plan sobre el modo y el horario para hacerlas. Si estás sobrecargado de trabajo, decide qué puede esperar una semana o dos. Si no tienes un horario muy apretado, planea algunas actividades que has estado esperando poder hacer.
2. Rodéate de personas que te apoyen
Haz planes con miembros de tu familia o amigos, o busca actividades en las que puedas conocer nuevas personas, como un curso, un grupo de ayuda, un deporte... Vuelve a quedar con alguien con quien habías perdido el contacto y recuerda viejos tiempos.
3. Cuida tu cuerpo
Cuidar tu cuerpo puede mejorar también tu salud mental. Puedes dedicar un día de la semana al cuidado especial de tu cuerpo, comprobar si estás llevando un estilo de vida sano y tomar las medidas necesarias si no es así. Asegúrate de que estás haciendo comidas nutritivas, evita el tabaco, bebe alcohol con moderación (o mejor, no bebas nada de alcohol), bebe mucha agua, duerme lo suficiente y haz ejercicio regularmente.
4. Dedica un día al altruismo
Ofrécete para algún trabajo voluntario para ayudar a otras personas. Te sentirás bien al hacer algo tangible para ayudar a otras personas que lo necesitan y te servirá para alejarte de tus propios problemas y verlos con más objetividad. También es un buen modo de conocer gente nueva que comparte tus intereses.
5. Amplía tus horizontes
Crea un cambio de ritmo o amplía tus intereses. Explora un nuevo hobby, llena tu casa de plantas, planea un rato de senderismo o un viaje, busca lugares nuevos en tu ciudad, toma clases de baile, aprende a tocar un instrumento o hablar otra lengua...
Algunos ejemplos:
- Explora tu ciudad como si fuera la primera vez. Busca nuevas rutas, descubre rincones desconocidos y conecta con tu entorno.
- Baila sin inhibiciones, explora diferentes estilos y deja que tu cuerpo se mueva al ritmo de la música.
- Conecta con la naturaleza cultivando tus propias plantas. Observa su crecimiento y siente la satisfacción de cuidar de algo vivo.
- Prepara tus comidas con atención plena, saboreando cada ingrediente y disfrutando del proceso.
- Descarga tus emociones a través del dibujo, la pintura, la escritura o cualquier otra forma de expresión artística que te guste.
6. Valórate
Dedica un día de la semana a recordarte que has de tratarte con respeto y amabilidad, ser condescendiente contigo, perdonar tus errores, aceptar tus defectos (aunque proponiéndote mejorar) y evitar la autocrítica y autocastigo. Examina las cualidades que tienes y que te gustan, tus logros y tus capacidades. Repasa tus sueños y tus metas, analiza si vas por buen camino para alcanzarlas, las medidas a tomar, etc. Lee libros o artículos que te sirvan de ayuda en tu crecimiento personal.
7. Relájate
Intenta meditar, dar un paseo por la naturaleza o hacer cualquier otra actividad que te resulte relajante y entretenida. La reflexión tranquila, en solitario o en compañía de otras personas, puede mejorar tu estado mental, fortalecer tu identidad personal y social, y alejarte del horario agitado del resto de la semana para cargarte de energía para la semana que empieza.
Dedica también un rato cada día a practicar alguna técnica de relajación.
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