Autora: Hara Estroff Marano

Los seres humanos anhelan la intimidad, necesitan amar y ser amados. Aún así, suelen tener bastantes problemas con esto.

De numerosas fuentes y diversos expertos, hemos entresacado algunas reglas básicas para las relaciones. De ninguna manera es una lista exhaustiva. Pero es un comienzo. Imprímelas y pégalas en tu nevera.

1. Elije a tu pareja sabiamente. Nos atraen las personas por muchos tipos de razones. Nos recuerdan a alguien de nuestro pasado. Nos llenan de regalos y nos transmiten la sensación de que somos importantes. Evalúa a tu pareja potencial como harías con un amigo; observa su carácter, personalidad, valores, su consumo de alcohol, la relación entre sus palabras y sus acciones, sus relaciones con otras personas.

2. Conoce lo que tu pareja piensa sobre las relaciones. Diferentes personas tienen creencias diferentes y a menudo en conflicto acerca de las relaciones. Seguramente no querrás enamorarte de alguien que espera una gran falta de honradez en las relaciones; la creará donde no existe.

3. No confundas el sexo con amor. Especialmente al principio de una relación, la atracción y el placer en el sexo se confunden a menudo con amor.

4. Conoce tus necesidades y exprésalas claramente. Una relación no es un juego de adivinanzas. Muchas personas, tanto hombres como mujeres, temen decir cuáles son sus necesidades y, en consecuencia, las camuflan. El resultado es decepción por no conseguir lo que desean y cólera hacia su pareja por no satisfacer sus necesidades (no expresadas). La cercanía no puede ocurrir sin honradez. Tu pareja no puede leer tu mente.

5. Piensa que sois un equipo, lo que significa que sois dos individuos únicos que aportan diversas perspectivas y fuerzas. Ése es el valor de un equipo: vuestras diferencias, según opina Diane Sollee, M.S.W., experta en relaciones y directora de SmartMarriages, que pretende enseñar habilidades de relación a las parejas.

6. Aprende cómo respetar y manejar las diferencias; es la clave del éxito en una relación. Los desacuerdos no hunden las relaciones. Los insultos sí. Aprende cómo manejar las emociones negativas que son el subproducto inevitable de las diferencias entre dos personas. Evadir los conflictos NO es un modo de manejarlos.

7. Si no entiendes o no te gusta algo que tu pareja está haciendo, pregunta qué significa y porqué lo está haciendo. Habla y explora, no asumas.

8. Soluciona los problemas conforme se presentan. No dejes hervir los resentimientos. La mayoría de lo que va mal en las relaciones se puede remontar a sentimientos heridos, que llevan a las parejas a levantar defensas contra el otro y actuar como extraños. O como enemigos.

9. Aprende a negociar. Las relaciones modernas ya no se basan en los roles establecidos por la sociedad. Las parejas crean sus propios roles, de modo que virtualmente cada acto requiere la negociación. Funciona mejor cuando prevalece la buena voluntad. Debido a que las necesidades de las personas son fluidas y cambian con el tiempo, y las demandas de la vida cambian también, las buenas relaciones se negocian y renegociaron continuamente.

10. Escucha. Escucha de verdad las preocupaciones y quejas de tu pareja sin juzgar. En muchas ocasiones, tener a alguien que nos escuche es todo lo que necesitamos. Abre la puerta a la confianza. La empatía es también crucial. Observa las cosas desde la perspectiva de tu pareja así como desde la tuya propia.

11. Trabaja duramente para mantener la proximidad. Esta cercanía no ocurre por sí misma. En su ausencia, las personas se alejan y son propensas a tener aventuras. Una buena relación no es una meta final; es un proceso que dura toda la vida, que ha de ser mantenido prestándole atención con regularidad.

12. Toma una perspectiva de largo alcance. Una unión es un acuerdo para tener un futuro juntos. Comprobad juntos vuestros sueños regularmente para cercioraros de que estáis ambos en el mismo camino. Poned al día vuestros sueños de vez en cuando.

13. Nunca subestimes el poder de un buen aseo.

14. El sexo es bueno. La charla de la almohada es mejor. El sexo es fácil, la intimidad es difícil. Requiere honestidad, franqueza, apertura, confiar al otro las propias preocupaciones, miedos, tristezas, así como esperanzas y sueños.

15. Nunca os vayáis a dormir enfadados. Intenta usar un poco de ternura.

16. Discúlpate, discúlpate y discúlpate. Cualquier persona puede incurrir en una equivocación. Los intentos de reparación son cruciales (y un pronóstico de felicidad marital). Pueden ser torpes o divertidos, o incluso sarcásticos, pero la buena disposición para hacer las paces después de una discusión es central para una unión feliz.

17. Cierta dependencia es buena, pero la dependencia completa de tu pareja para todas tus necesidades es una invitación a la infelicidad para ambos. Todos somos dependientes hasta cierto grado (de los amigos, orientadores, esposos) y los hombres tienen tantas necesidades de dependencia como las mujeres.

18. Mantén tu autoestima y auto-respeto. Es más fácil para alguien que le gustes y estar contigo cuando te gustas a ti mismo/a. La investigación ha demostrado que cuantos más roles tenga una persona más alta es su autoestima. Un trabajo significativo (pagado o voluntario) ha sido desde siempre una de las maneras más importantes de ejercitar y de fortalecer el sentido de identidad personal.

19. Enriquece tu relación trayendo a ella nuevos intereses fuera de la relación. Cuantas más pasiones tengas en la vida y compartas, más rica será tu relación. Es poco realista esperar que una persona resuelva todas tus necesidades en la vida.

20, Coopera, coopera y coopera. Comparte las responsabilidades. Las relaciones funcionan SOLAMENTE cuando son calles de dos vías, con mucho tomar y recibir.

21. Mantente abierto a la espontaneidad.

22. Mantén tu energía. Permanece sano.

23. Reconoce que todas las relaciones tienen sus altos y bajos y no están en lo más alto a todas horas. Ninguna relación es perfecta en todo momento. Trabajar juntos en los tiempos duros hará la relación más fuerte.

24. Saca sentido a una mala relación examinándola como un reflejo de tus creencias acerca de ti. No te limites a salir corriendo de una mala relación; sólo lograrás repetirla con tu siguiente pareja. Utilízala como espejo para mirarte, para entender qué parte de ti está creando esta relación. Cámbiate a ti antes de cambiar la relación.

25. Entiende que el amor no es un absoluto, no es un artículo limitado que posees o no. Es un sentimiento que fluye y refluye dependiendo de cómo os tratáis. Si aprendéis nuevos modos de interactuar, los sentimientos pueden venir fluyendo detrás, a menudo más fuertes que antes, afirma Sollee.

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Hara Estroff Marano
Psyched for Success
Original en inglés