Autora: Ana Muñoz

Es importante distinguir entre los celos normales, que cualquier persona puede sentir en un momento dado sin que suponga un problema, y los celos patológicos o excesivos que pueden ser muy dañinos tanto para la relación como para el bienestar emocional de las personas implicadas.

A continuación veremos cuál es la diferencia entre celos sanos y patológicos, ¿qué lleva a una persona a comportarse de manera celosa? y cuáles son las creencias irracionales que dan lugar a celos patológicos.

Diferencia entre celos sanos y patológicos

Los celos sanos consisten en una preocupación por la posible pérdida de una persona amada o malestar por la relación real o imaginada que esa persona tiene con alguien más. Quienes sienten este tipo de celos, prefieren que sus parejas permanezcan con ellos y no desean que tengan una relación demasiado íntima con nadie más. Esto a veces causa algunos problemas en la pareja, pero no son demasiado serios ni producen un malestar intenso a ninguno de los miembros de la pareja.

Por el contrario, los celos patológicos están acompañados de intensos sentimientos de inseguridad, autocompasión, hostilidad y depresión, y suelen ser destructivos para la relación.

La diferencia entre ambos tipos de celos está en que en vez de preferir y desear que su pareja esté solo con él o ella, las personas con celos patológicos, están exigiendo o demandando que su pareja no debe, bajo ningún concepto, implicarse emocional o sexualmente con otras personas. Al estar utilizando un pensamiento rígido, basado en exigencias absolutistas que no admiten más posibilidad que el cumplimiento de sus deseos, estas personas perciben la posibilidad de una infidelidad como algo terrible (siempre que exijas que algo tiene que ser como tú quieres que sea, en vez de solamente preferirlo, considerarás horrible la mera posibilidad de que no sea así). De este modo, vigilará cada gesto inocente de su pareja hacia otra persona para tratar de prevenir e impedir que llegue a suceder eso que considera tan terrible e insoportable.

En cambio, cuando una persona utiliza un pensamiento flexible, se dice a sí misma cosas como: "Deseo mucho que mi pareja esté solo conmigo, pero es libre de elegir lo que quiere, y si me deja será doloroso y frustrante, pero no será algo terrible, ni insoportable, ni me matará". La persona que piensa de este modo puede estar preocupada, pero no aterrorizada ante la posibilidad del abandono, ni necesitará estar constantemente en guardia por si sucede eso tan temido. En cambio, si está utilizando un pensamiento rígido y dogmático, creerá cosas como: "Mi pareja no puede ni debe dejarme nunca bajo ninguna circunstancia ni tiene derecho a hacerlo porque si lo hace me sentiré fatal y será terrible e insoportable". La persona que piensa de este modo se sentirá muy ansiosa, insegura, deprimida, agresiva y dependiente.

Por ejemplo, quien piensa que su valor personal -u hombría, en el caso de los hombres- depende de que su pareja permanezca con él o ella, está creando una relación de dependencia que lo mantendrá continuamente ansioso pensando en lo horrible y humillante que sería que su pareja lo dejara; mientras que si piensa que su valor como persona no tiene nada que ver con eso (es decir, utiliza un pensamiento más realista) entonces se sentirá más relajado/a en su relación con su pareja.

¿Qué lleva a una persona a comportarse de manera celosa?

Los celos en una relación de pareja pueden tener múltiples causas, que van desde factores personales hasta influencias sociales y experiencias pasadas. Según diversas investigaciones en psicología, algunos de los factores más comunes que llevan a una persona a comportarse de manera celosa incluyen:

1. Inseguridad y baja autoestima

Las personas con baja autoestima suelen dudar de su propio valor en la relación. Pueden sentir que no son lo suficientemente atractivas, inteligentes o interesantes para su pareja, lo que las lleva a temer que alguien más pueda reemplazarlas. Esto genera una hipervigilancia constante en busca de señales de que su pareja pueda estar interesada en otra persona.

Por ejemplo, si alguien tiene una imagen negativa de sí mismo, puede interpretar gestos inofensivos de su pareja (como hablar con un compañero de trabajo) como una señal de infidelidad. Esta distorsión cognitiva alimenta los celos y puede llevar a comportamientos como mirar el teléfono de la pareja o interrogarla sobre sus interacciones sociales.

2. Experiencias pasadas

El pasado juega un papel importante en la forma en que una persona vive sus relaciones.

Traumas amorosos previos: alguien que ha sido engañado o abandonado en el pasado puede desarrollar un miedo irracional a que esto vuelva a ocurrir, aunque no haya señales de que su actual pareja sea infiel.

Infancia y apego: si una persona creció en un ambiente donde sus figuras de apego eran impredecibles o la hacían sentir que no era suficiente, es probable que en la edad adulta tenga miedo al abandono y busque constantemente pruebas de amor y compromiso. Por ejemplo, si alguien tuvo padres fríos o inconsistentes emocionalmente, es posible que desarrolle una necesidad excesiva de validación en sus relaciones, lo que puede manifestarse en celos extremos.

3. Apego ansioso

Desde la teoría del apego (o vinculación afectiva) de Bowlby, se ha identificado que las personas con apego ansioso tienden a experimentar más celos porque dependen emocionalmente de su pareja y sienten un miedo constante al abandono. Este tipo de apego se desarrolla generalmente en la infancia cuando los cuidadores eran impredecibles en su afecto. Las personas con apego ansioso pueden:

  • Necesitar constantes muestras de afecto y confirmaciones de amor.
  • Sentirse inseguras cuando su pareja no responde inmediatamente a sus mensajes.
  • Malinterpretar situaciones neutrales como signos de desinterés.

Por ejemplo, si una pareja no responde un mensaje de texto en varias horas, una persona con apego ansioso puede entrar en pánico y convencerse de que su pareja la está ignorando y pretende buscarse a otra persona.

4. Diferencias en la percepción de la amenaza

Algunas personas tienen una mayor predisposición a interpretar situaciones como amenazantes, incluso cuando no hay motivos reales para ello. Esto puede estar influenciado por factores como el neuroticismo, un rasgo de personalidad caracterizado por altos niveles de ansiedad, preocupación y sensibilidad emocional. Las investigaciones han mostrado que los celos pueden activarse más cuando:

  • La persona percibe que un tercero es más atractivo o tiene cualidades deseables.
  • Su pareja elogia o muestra atención hacia otra persona.
  • Existen antecedentes de infidelidad en la relación o en relaciones pasadas.

Por ejemplo, alguien con una alta sensibilidad a la amenaza puede reaccionar con celos intensos si su pareja menciona que un compañero de trabajo es "muy simpático", aunque no haya ninguna intención romántica detrás.

5. Factores culturales y sociales

El entorno en el que una persona crece influye en su manera de experimentar los celos. En algunas culturas, se refuerza la idea de que el amor verdadero implica posesión y control, lo que puede llevar a normalizar los celos como una señal de afecto. Por ejemplo:

  • Frases como "si tiene celos, es porque te ama", refuerzan la falsa idea de que los celos son una muestra de interés.
  • Modelos de relaciones en los medios de comunicación donde los celos extremos se representan como algo romántico.
  • Culturas donde la infidelidad es común y, por lo tanto, se genera desconfianza generalizada en las relaciones.
  • Machismo. En sociedades machistas, es más común que los hombres sean posesivos con sus parejas porque han sido educados para verlas como una "propiedad".

6. Problemas de confianza y comunicación en la relación

La confianza es la base de cualquier relación sana. Cuando hay falta de transparencia, cambios de comportamiento inexplicables o antecedentes de engaño, la inseguridad puede aumentar y alimentar los celos. La comunicación deficiente puede hacer que una persona imagine lo peor ante la falta de información clara. Por ejemplo, algunas situaciones que pueden generar desconfianza son las siguientes:

  • Un cambio repentino en los hábitos de la pareja (por ejemplo, volverse más reservada con su teléfono).
  • La falta de comunicación sobre ciertas actividades o personas en su vida.
  • Antecedentes de mentiras o engaños en la relación.

En estos casos, los celos pueden ser una respuesta a señales reales de alerta, pero también pueden volverse irracionales si la persona no sabe gestionar sus emociones adecuadamente.

Por ejemplo, si alguien ha sido engañado en el pasado y su nueva pareja actúa de forma reservada con su móvil, puede asumir automáticamente que está ocurriendo de nuevo una infidelidad, cuando en realidad podría ser una simple necesidad de privacidad.

Creencias irracionales que dan lugar a celos patológicos

Los sentimientos de hostilidad provienen de creencias como: "si mi pareja me deja sufriré mucho; por tanto, no puede dejarme y si lo hace es una persona horrible que merece el castigo".

De este modo, se ven con derecho a llegar incluso a la violencia. Es decir, quien piensa así, considera que sus deseos son órdenes para los demás y antepone sus propios deseos y bienestar al de su pareja: "como a mí me dolería mucho que me dejaras, no eres libre para hacerlo".

Entre estas creencias irracionales se encuentran las siguientes:

1. La pareja que yo he elegido debe amarme mucho y en todo momento mientras yo quiera que sea así.

2. Es terrible que mi amor no sea correspondido (como tiene que ser) y eso hace que mi vida sea horrible.

3. No puedo soportar que mi pareja no me quiera tanto como yo a ella/él.

4. Dado que no he logrado que mi pareja me quiera como tendría que haber hecho, soy una persona inadecuada e indigna de amor.

5. Si mi pareja me deja, nunca encontraré a nadie a quien amar y seré infeliz toda mi vida porque no puedo ser feliz sin un/a hombre/mujer.

6. Tengo que estar absolutamente seguro/a en todo momento de que mi pareja me ama, ya que necesito su amor para vivir.

7. Si mi pareja me es infiel, los demás se reirán de mí y pensarán que soy un idiota total, y eso no podría soportarlo.

Cuanto antes te libres de estas ideas irracionales y falsas, antes superarás ese problema con los celos y podrás tener una relación más satisfactoria. Puedes utilizar el artículo Debate de pensamiento, que aparece a continuación.

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