Autora: Ana Muñoz
Aunque este trastorno suele asociarse principalmente a niños, ahora se sabe que, en muchos casos, continua en la edad adulta. El 67 por ciento de los niños diagnosticados con el TDA/H continuará presentando los síntomas del trastorno, los cuales interfieren significativamente con el funcionamiento académico, vocacional o social en sus vidas adultas Sin embargo, pocos adultos son diagnosticados y tratados para este trastorno. Los síntomas principales del TDA/H (falta de atención, impulsividad e hiperactividad) aparecen en la niñez, normalmente antes de los siete años, y resultan en un patrón crónico y generalizado de impedimento para la mayor parte de las personas.
Causas
La causa o causas exactas del trastorno de déficit de atención no se conoce de manera concluyente. La evidencia científica sugiere que en muchos casos el trastorno se transmite genéticamente y está provocado por una combinación de factores genéticos, neurobiológicos y ambientales.
Las investigaciones han correlacionado el TDA/H con una serie de anormalidades metabólicas en el cerebro, proporcionando evidencia adicional de que se trata de un trastorno neuropsicológico.
Además de los factores hereditarios, los problemas en el desarrollo prenatal, complicaciones del nacimiento, o un daño neurológico posterior pueden contribuir al desarrollo del trastorno.
La investigación no apoya la opinión popular de que el trastorno surge de una ingesta excesiva de azúcar, de los aditivos en los alimentos, de ver televisión en exceso, sin embargo, algunos factores ambientales, como la exposición a altos niveles de estrés o adversidad temprana, pueden influir en la expresión del trastorno en personas con predisposición genética.
Prevalencia
La investigación indica que el TDA/H ocurre en aproximadamente del tres al cinco por ciento de los niños de edad escolar y en aproximadamente del dos al cuatro por ciento de los adultos. Entre los niños, la proporción por género es de aproximadamente 3:1, teniendo los varones mayor probabilidad de presentar el trastorno que las niñas. Entre los adultos, la proporción por género baja a 2:1 o menos.
Diagnóstico
Durante el diagnóstico se busca la presencia de patrones de comportamiento que indican problemas subyacentes de atención e impulsos, que se ha manifestado durante toda la vida. Una evaluación adecuada debe utilizar información procedente de diversas fuentes, entre las que se incluyen: la historia familiar y médica; examen físico; entrevistas o cuestionarios respondidos por otras personas que puedan aportar datos respecto al comportamiento del individuo, como padres, amigos o parejas; observación del individuo; y pruebas psicológicas que miden las capacidades cognitivas, ajuste social y emocional, así como problemas de aprendizaje.
El TDAH en los adultos
El TDAH en los adultos puede ser bastante diferente al de los niños, principalmente debido a que los síntomas pueden ser más sutiles y menos evidentes. En general, el trastorno persiste desde la infancia, pero los síntomas pueden manifestarse de manera distinta con la edad y el entorno. Los síntomas principales son los siguientes:
1. Síntomas principales
Falta de atención. Los adultos con TDAH a menudo tienen dificultades para concentrarse en tareas prolongadas, cumplir con plazos, organizar tareas y mantenerse enfocados. Esto puede afectar tanto en el ámbito laboral como en las actividades cotidianas.
Hiperactividad e impulsividad. Aunque la hiperactividad tiende a disminuir con la edad, muchos adultos siguen experimentando inquietud interna, dificultad para relajarse, o la necesidad de estar constantemente activos. La impulsividad también se puede manifestar en decisiones apresuradas, interrupciones en conversaciones o dificultades para esperar turnos.
2. Problemas emocionales y de autoestima
Los adultos con TDAH suelen ser más propensos a experimentar frustración, ansiedad y depresión, en parte debido a las dificultades para gestionar las responsabilidades diarias o a las críticas que reciben por no cumplir con las expectativas. Esto puede dañar su autoestima y aumentar el estrés.
3. Dificultades en las relaciones interpersonales
Pueden tener problemas para mantener relaciones estables debido a su impulsividad, falta de organización o dificultad para escuchar activamente. Pueden ser percibidos como desinteresados o desorganizados, lo que a veces provoca tensiones con amigos, familiares o parejas.
4. Problemas laborales
En el entorno laboral, los adultos con TDAH pueden tener dificultades para gestionar su tiempo, cumplir con plazos o mantener la organización. Pueden ser muy creativos, pero a menudo tienen problemas con las tareas repetitivas o aquellas que requieren una atención constante. A veces, pueden cambiar frecuentemente de trabajos o tener un historial laboral disonante debido a la falta de habilidades organizativas o la tendencia a olvidarse de tareas importantes.
5. Manejo de la vida diaria
Las personas con TDAH pueden tener dificultades para mantener rutinas diarias, pagar cuentas a tiempo o recordar tareas simples. Pueden sentirse abrumados por la vida cotidiana, ya que las demandas de la adultez (trabajo, familia, finanzas) pueden ser particularmente difíciles de manejar sin una buena estructura.
6. Comorbilidad
El TDAH en adultos a menudo coexiste con otros trastornos, como la ansiedad, la depresión, los trastornos de la personalidad o los trastornos del sueño. La comorbilidad puede complicar aún más el diagnóstico y tratamiento.
La importancia de diagnosticar el TDA en los adultos
Muchos adultos con TDAH no reciben un diagnóstico hasta bien entrada la adultez, ya que el trastorno puede haberse enmascarado por años o haber sido malinterpretado como un problema de personalidad o un patrón de comportamiento.
El diagnóstico apropiado puede ayudar a estas personas a entender mejor las razones de muchos de los síntomas presentes durante toda la vida. Los adultos con TDAH a menudo han desarrollado percepciones negativas de sí mismos como, con autocríticas por sus problemas para aprender y concentrarse. El diagnóstico apropiado y el tratamiento efectivo pueden ayudar a mejorar la autoestima, el rendimiento en el trabajo, los logros académicos y las aptitudes sociales.
Tratamiento
A pesar de que no existe una cura, muchos tratamientos pueden ayudar a manejar los síntomas adecuadamente. Es necesario ajustar el tratamiento a las necesidades individuales y atender todas las áreas necesarias. El adulto con el TDAH puede tener una variedad de preocupaciones conductuales, sociales, académicas, vocacionales y de relaciones. Para algunos puede ser extremadamente útil el simple hecho de ser diagnosticados y de entender que había una razón para sus dificultades pasadas.
- Educación a la persona diagnosticada y los miembros de la familia acerca de la naturaleza y el manejo del trastorno.
- Tratamiento con medicamentos.
- Asesoramiento para encontrar el ambiente de trabajo más favorable, asistencia en el manejo del tiempo y en la organización y estrategias de manejo del comportamiento.
- Tratamiento de problemas asociados, como baja autoestima, depresión, problemas en las relaciones, etc.
Se considera que el acercamiento más efectivo es un plan de tratamiento multimodal que combine tratamientos con medicación, educativos, conductuales y psicosociales.
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