La infidelidad puede suponer una dura prueba para una relación, que hace que a menudo termine en ruptura; sin embargo, siempre es posible salvar la relación y seguir adelante si ambos miembros de la pareja se esfuerzan por lograrlo.

El porcentaje de personas que engañan a sus parejas no parece ser pequeño. En los últimos años, diversos estudios han analizado la prevalencia de la infidelidad en España, arrojando cifras que varían según la fuente y la metodología empleada.

Veamos algunos datos interesantes:

Un estudio de 2014 indicó que el 35 % de los hombres y el 26 % de las mujeres reconocían haber sido infieles a su pareja en algún momento.

Un estudio de 2022 señaló que el 42 % de los hombres y el 31 % de las mujeres españolas han sido infieles alguna vez.

Según el Estudio Europeo de Valores 2019 de la Fundación BBVA, los españoles son los europeos más tolerantes con las relaciones fuera de la pareja. Aunque una mayoría (55 %) desaprueba la infidelidad, un 42 % la considera "aceptable".

Infidelidad en diferentes etapas de la relación. Diversas encuestas coinciden en apuntar que aproximadamente un tercio de los españoles ha sido infiel a su pareja en algún momento, con mayor proporción entre los hombres que en las mujeres. Las investigaciones tienden a confirmar que los adultos casados tienen más probabilidades de pensar en infidelidades y cometerlas en torno a los siete años de relación. 

Infidelidad en diferentes edades. Un estudio de 2024 reveló que el 28,97 % de las personas que han tenido pareja estable han sido infieles alguna vez.

Las causas de la infidelidad

Los motivos de la infidelidad pueden ser tan diversos y variados como personas infieles hay.

A algunas personas simplemente les gusta el flirteo porque les hace sentirse más poderosas al ver que atraen a alguien y ese flirteo puede llevar a veces a algo más.

En otras ocasiones, sucede sin planearlo, tal vez en un viaje de trabajo, tras salir con los compañeros a tomar unas copas por la noche, cuando bebes más de la cuenta, conoces a alguien que se lanza a por ti, te dejas llevar…

Otros buscan vivir alguna aventura excitante y pasarlo bien haciendo algo prohibido, pensando que su pareja jamás lo sabrá y que, por tanto, su relación no corre peligro… Hasta que los descubren.

Los problemas en las relaciones son a veces un detonante. La infidelidad puede ser un modo de llamar la atención de una pareja que parece estar demasiado ocupada como para prestarte atención. El malestar con la relación o con la pareja, no sentirse del todo querido, no estar del todo satisfecho con la relación…

Problemas personales. En otras ocasiones, se trata de problemas personales que no tienen que ver con la relación en sí misma. Una persona con problemas de cualquier tipo (los hijos se van de casa, la muerte de un padre o madre, problemas laborales o cualquier situación que le ponga bajo presión) puede utilizar la aventura como un modo de escapar y no afrontar sus problemas o la realidad. Sentirse fracasado o inferior a la pareja puede hacer que algunas personas busquen una aventura como un modo de aumentar su autoestima con alguien “a su nivel” con quien no se sientan inferiores.

Falta de amor. Algunas personas simplemente han dejado de amar a sus parejas y permanecen en la relación por motivos diferentes (los hijos, el dinero, la hipoteca, la rutina).

El efecto de la infidelidad

La infidelidad puede tener un efecto devastador. La persona engañada no solo pierde la confianza en su pareja, sino que se siente traicionada, insultada, despreciada y dolida. La infidelidad es vista como una pérdida de amor y de respeto por parte de la pareja y pueden aparecer todo tipo de sentimientos, como ira, tristeza, vergüenza, culpa, resentimiento y deseos de venganza.

La persona traicionada se llena de dudas, no sabe lo que ha pasado, necesita una explicación detallada, pero la parte infiel, a menudo avergonzada, no desea contar detalles de lo sucedido ni dar explicaciones y eso empeora aún más la situación.

Algunas personas empiezan a cuestionarse a sí mismas, preguntándose si fueron insuficientes o si hicieron algo mal en la relación. Para algunas personas, la infidelidad es un punto de no retorno y terminan la relación de inmediato sin posibilidad de reconciliación.

Por el contrario, algunas parejas buscan terapia o establecen nuevas reglas para reconstruir la confianza y tratan de salvar la relación.

La infidelidad puede perdonarse, pero nunca se olvida, porque pasa a formar parte de tu pasado, de tu memoria autobiográfica. Pero aunque no la olvides, puede dejar de hacerte daño al recordarla, como cualquier otro suceso desagradable de tu vida, con cuyo recuerdo aprendes a convivir sin que te hiera.

La reacción del infiel es importante para superarlo

Cuando la persona infiel está dispuesta a dar explicaciones y a responder a todas las preguntas de su pareja, existen más posibilidades de que se supere la crisis. La persona engañada desea saber el motivo, si ama a la otra persona, si ha sido solo sexo, si ha sido solo una vez o llevan tiempo viéndose, si se ha terminado definitivamente y, sobre todo, desea saber si su pareja aún la ama, si ha perdido el amor o el deseo, si se siente mal en la relación… Pueden ser muchas las preguntas que se agolpan en su mente y conocer la respuesta se convierte en algo de suma importancia.

En una encuesta realizada con 1083 personas cuyas parejas fueron infieles, se encontró que cuando el infiel respondía a las preguntas de su pareja sobre su aventura, la relación sobrevivió en el 86 % de las veces. Si el infiel se negaba a responder, la supervivencia de la relación caía al 59 %.

Pero no basta solo con responder preguntas. La conducta de la persona infiel también es importante. Para que la relación funcione, debe sacar totalmente de su vida a la otra persona. Según la psicóloga Janis Abrahms Spring, autora del libro After the Affair, si recibes, por ejemplo, un email de la persona con quien has sido infiel, debes decírselo inmediatamente a tu pareja y preguntarle cómo quiere que respondas; seguramente te dirá que borres el mensaje y no digas nada, puesto que no responder es lo mejor que puedes hacer para alejar del todo a esa persona de tu vida. De este modo, es como recuperas la confianza de tu pareja.

La decisión

Una vez respondidas todas las preguntas, debes tomar una decisión al respecto y plantearte si de verdad deseas trabajar por hacer que la relación funcione o prefieres romper, o si tal vez deseas alejarte temporalmente de tu pareja para pensar con tranquilidad lo que vas a hacer.

Si decides continuar con la relación

Las parejas que logran superar una infidelidad y seguir adelante de manera satisfactoria suelen compartir ciertos patrones de comportamiento, según diversos estudios y expertos en relaciones. Estas son algunas de las claves más importantes:

1. Asumir la realidad y expresar emociones

La persona engañada necesita expresar su dolor y sentirse escuchada y la persona infiel debe asumir su responsabilidad sin minimizar el daño. Se evita barrer el problema bajo la alfombra y se afronta la infidelidad con honestidad.

2. Transparencia total y reconstrucción de la confianza

Como hemos dicho, la persona infiel debe estar dispuesta a responder preguntas con sinceridad. No debe minimizar ni ocultar información relevante, ya que descubrir nuevas mentiras más adelante puede ser devastador. Es importante asumir la responsabilidad de la infidelidad sin justificarla con problemas en la relación. No basta con decir "lo siento", sino que hay que demostrarlo con acciones constantes.

3. Mayor comunicación y honestidad

  • Se fomenta una comunicación más abierta, expresando inseguridades y necesidades sin miedo a juicios.
  • Se establecen conversaciones regulares sobre el estado emocional de ambos.
  • Se aprende a expresar afecto y validar los sentimientos del otro.

4. Reflexión sobre las causas de la infidelidad

No se trata de justificar la infidelidad, sino de entender qué llevó a ella (problemas no resueltos en la relación, insatisfacción emocional o sexual, falta de comunicación, etc.). Ambas partes reflexionan sobre cómo mejorar la relación y evitar que vuelva a ocurrir.

5. Reestructurar la relación

  • En vez de “volver a lo de antes”, se esfuerzan por crear una nueva dinámica más saludable.
  • Se refuerza la comunicación, el tiempo que pasan juntos y la expresión de afecto.
  • En algunos casos, se replantean acuerdos sobre la fidelidad y las expectativas de la pareja al respecto.
  • Se pueden establecer límites claros sobre lo que ambos consideran aceptable en la relación.

6. Perdón genuino

La persona engañada necesita tiempo para procesarlo y decidir si puede perdonar de verdad y la persona infiel debe mostrar arrepentimiento sincero y disposición a reparar el daño. El perdón no significa olvidar, sino dejar de cargar con el resentimiento y dejar atrás lo sucedido.

7. Compromiso mutuo para seguir adelante

Ambas partes deben querer seguir juntas y esforzarse en la relación. No basta con quedarse por costumbre, por los hijos o por miedo a la soledad. A menudo comparten la idea de que la relación puede salir fortalecida con trabajo y compromiso y se esfuerzan por lograrlo.

8. Cambios positivos en la relación

Las parejas que lo superan suelen volverse más abiertas en la comunicación. Se redescubre la importancia de cuidar la relación y atender las necesidades del otro y se aprende a prevenir crisis futuras con estrategias más efectivas.

9. Terapia de pareja o individual

Muchas parejas que logran superarlo buscan ayuda profesional. Un terapeuta ayuda a manejar las emociones y a reconstruir la relación desde una base más sólida.

No todas las parejas logran superar una infidelidad, y en algunos casos, la mejor opción es separarse. Sin embargo, las que sí lo logran suelen decir que la relación, aunque difícil al principio, puede volverse más sólida con el tiempo si ambos están dispuestos a hacer cambios profundos.

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